Dios creo las familias para que se mantuvieran unidas a pesar de las dificultades que hay en este mundo, ama cuida y protege tu familia es hermosa

jueves, 20 de octubre de 2016

EL ABUSO DEL ALCOHOL Y LAS DROGAS EN LA FAMILIA

El consumo de drogas suele iniciarse en la adolescencia y está vinculado con el proceso propio de crecimiento: la exploración de experiencias nuevas, la autoafirmación el contacto con personas fuera del ámbito familiar.
El consumo de drogas de un adolescente puede ser visto como un fenómeno familiar.
La adicción como síntoma cumpliría una función en la familia.
• Cuando el adicto deja de consumir drogas, puede, en cierto modo, enfrenarse al abandono de la familia y, en este momento, desencadenarse una crisis familiar. 
Los padres se pelean o separan, o algunos de ellos hace algún síntoma, o algún hermano se convierte en problema. 
Ante esto el adicto retoma su conducta de fracaso y el otro problema desaparece.
No solo el adicto teme separarse de la familia, sino que ésta siente el mismo temor respecto de él, transformándose en un proceso interdependiente donde el fracaso se convierte en una función protectora de la cercanía familiar.
La familia puede soportar mentiras, robos, detenciones, violencia, sin adoptar una posición firme debido a esto. Incluso incluir en su núcleo a su esposa e hijos.
La drogadicción puede considerarse como parte de un proceso que involucra a tres o más individuos, generalmente el adicto y sus padres y/o abuelos. 
En esta triangulación el adicto está en el medio de los padres ( lo cual es un ubicación
estructural disfuncional) formando un sistema que por momentos se puede ver amenazada por una discordia entre los padres.
Por ejemplo si esto ocurre el consumidor, activa y crea una situación que concentra la atención sobre él ( sobredosis, crisis, detención, agitación, etc.) esto permite a los padres pasar de la crisis conyugal al apego parental y se estabiliza nuevamente el sistema que estaba amenazado.
El adicto está atrapado en un dilema. Por un lado se siente presionado a permanecer estrechamente ligado a la familia, por otro lado fuerzas biológicas y socioculturales lo lleVan a establecer relaciones extrafamiliares más estrechas como parte del proceso de diferenciación.
La adicción es entonces una solución paradójica para el dilema del adicto y su familia.
Así las relaciones que establece el adicto con la cultura de la droga refuerzan su dependencia de la familia. 
Paradójicamente cuanto mayor sea el vínculo con el grupo de adictos, mayor es su indefinición, su adicción yen consecuencia su dependencia.