Los primeros tres meses del embarazo, SON LOS MAS BELLOS PERO TAMBIÉN LOS MAS DIFICILES

jueves, 1 de diciembre de 2016

Los primeros tres meses del embarazo


En este importante periodo debes tener una serie de cuidados para no correr riesgos y vivir una gestación feliz

Los tres primeros meses del embarazo serán los más misteriosos para ti, sobre todo si eres primeriza. Mientras el primer mes pasa desapercibido, en el segundo empiezan los cambios.

Generalmente los primeros sentimientos que se experimentan son miedo y angustia ante la posibilidad de que algo falle, por eso debes mantener una serie de cuidados imprescindibles para no correr riesgos y tener una gestación feliz.


Los primeros síntomas

La menstruación no llega.
Sientes una mayor sensibilidad en los pechos.
Un aumento de color en el área oscura que rodea al pezón.
Posiblemente náuseas por la mañana.
Éste es el momento de acudir al médico o utilizar una prueba de embarazo para asegurarte de que estos síntomas significan que estás embarazada. Si confirmas tu embarazo con una prueba, ya sea de laboratorio o casera, debes visitar a tu ginecólogo y realizarte los exámenes que él te solicite.

Malestares de los primeros tres meses

Lo primero que debes considerar es que tu estado es normal, no temas a los cambios que te harán experimentar uno de los procesos más hermosos de la naturaleza como es el tener un hijo. Existe una serie de malestares, sobre todo en estos tres primeros meses:

Náuseas. Se deben a los cambios hormonales, pero no afectan al feto y deben disminuir al final del cuarto mes. Como suelen presentarse a primera hora de la mañana, es preferible que tomes el desayuno en la cama y hagas varias comidas ligeras durante el día.
Vómitos. Te empezarán a desagradar olores como el cigarro, algunos perfumes o ciertos alimentos y pueden generarte vómitos. Si son constantes, te puedes deshidratar y perder peso por el rechazo a los alimentos, lo cual debe ser combatido con suero.

Dolores de cabeza. Si se te agudizan, puedes combatirlos con acetaminofen, que no conlleva ningún problema. En este periodo en que se está formando el feto, no debes tomar ningún medicamento, a menos que te lo prescriba el médico, pues podría perjudicar el desarrollo normal del bebé.

Cansancio. Puedes sentir agotamiento físico, porque el embarazo necesita descanso para seguir su desarrollo.

Presión arterial baja. El embarazo puede provocar desmayos, que si son persistentes debes consultarlo con tu médico.
Manchados. Puede aparecer un manchado en tu ropa interior, causado por un flujo vaginal blanco o amarillento que puede ser intenso. Si va acompañado de comezón o mal olor puede ser una infección por hongos que debe ser tratada con óvulos o cremas que no perjudican al feto. No debes usar jabones comunes, talcos ni cremas no recomendados por el médico.
[No te pierdas: Calendario semanal del embarazo]

¿Comer por dos?

La alimentación es imprescindible para el crecimiento del bebé, ya que durante estos primeros meses se forman sus tejidos y órganos. Es erróneo pensar que hay que comer por dos, pero sí debes tener un cuidado doble con tu alimentación diaria:

Dieta. El peso medio que debes aumentar durante los tres primeros meses de embarazo es de uno a dos kilos. Durante el embarazo no debes seguir ninguna dieta para adelgazar, pues necesitas nutrientes para el desarrollo normal del feto. Tu alimentación debe ser equilibrada, es decir, contener todos los grupos de alimentos: frutas, vegetales, cereales, lácteos, carnes, pescados y grasas.

Agua. Es muy importante tomar dos litros diarios de agua natural para mantenerte hidratada y ayudar a la formación del líquido amniótico.

Suplementos. Los únicos que debes tomar son ácido fólico y vitaminas B y C. Quizá el médico te indique tomar suplementos de hierro y calcio, pero si las náuseas persisten, suspende el hierro hasta que hayan desaparecido, pues podría causarte gastritis y más vómitos.

¿Cigarro, alcohol y sexo?


Fumar y beber está absolutamente prohibido porque pueden provocar malformaciones congénitas, parto prematuro o retardo del crecimiento del feto.
Las relaciones sexuales se pueden seguir manteniendo, a menos que tengas síntomas de aborto.